¿Sabías que un ascensor cuenta con todo un ciclo de vida diseñado para garantizar tu seguridad?
Desde su diseño hasta su mantenimiento, cada fase está pensada para asegurar un funcionamiento fiable y proteger a las personas usuarias.
Un ascensor es un aparato de elevación destinado al transporte seguro de personas, instalado de forma permanente y guiado verticalmente por raíles. Su seguridad comienza en la etapa de diseño y fabricación, continúa con la instalación realizada por empresas autorizadas y se formaliza con su registro oficial mediante el número RAE.
Además, cualquier modificación significativa debe ser comunicada a la Administración.
El mantenimiento periódico es clave para garantizar su buen estado:
- En ascensores unifamiliares o de baja velocidad, debe realizarse cada cuatro meses.
- En el resto de ascensores, el mantenimiento es mensual.
Los equipos deben someterse a inspecciones periódicas obligatorias:
- Cada 2 años en edificios industriales o de pública concurrencia.
- Cada 4 años en grandes residenciales.
- Cada 6 años en el resto de edificios.
Estas inspecciones permiten detectar posibles defectos, que pueden clasificarse como leves, graves o muy graves.
El titular del ascensor también desempeña un papel esencial en la seguridad: mantener el equipo en buen estado, evitar su uso cuando no sea seguro y avisar de inmediato ante cualquier avería o incidente.
Se recuerda que desde el 1 de julio de 2024 está en vigor nueva normativa sobre ascensores, que introduce medidas obligatorias para mejorar la seguridad como la nivelación precisa de cabina, protección de puertas con barreras fotoeléctricas, sistemas contra movimientos incontrolados, comunicación bidireccional, control de carga, sustitución de guías antiguas y refuerzo de la seguridad del contrapeso.
